Ella,
en vez de matarlos
de un disparo,
abre la puerta de la jaula,
para que vuelen en libertad,
los pájaros de mi cabeza.
Ella,
en vez de someter
a acoso y derribo las murallas,
asegura los cimientos
que sustentan,
mis castillos en el aire.
Ella, que es cuerpo y alma
de todas mis musas,
ella,
es mi chica.
Bella poesia.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
muchas gracias, un placer verte por aqui
EliminarMe quito el sombrero, la melena y hasta el cuero cabelludo.
ResponderEliminarEl sombrero pase, pero la melena no, no podría vivir con esa responsabilidad
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