Lola me dijo:
Me dicen que has cambiado,
sigues siendo el campeón de la
derrota,
pero nunca pasaste por el aro,
y eso es algo, chico que se nota.
Lola me dijo:
Tu voz suena a esperanza,
y por tus manos se ve que has peleado,
no hubo suerte trucaron la balanza,
y aún con eso siempre te has
levantado.
Así es Lola.
Dueña y señora de Venta Dolores,
reina maldita de todos los hombres del
puerto,
bruja bonita que me hechizó vestida de
negro.
Así es Lola.
Dueña y señora de Venta Dolores,
musa cautiva en la espiral de mi
cuaderno,
poderosa afrodita que desvió el rumbo
del viento.
Lola me dijo:
Que escribes todo el tiempo,
vas a llenar de tinta tu cuaderno,
si es para mí deja las hojas blancas,
no te confundas no soy ninguna santa.
Lola me dijo:
Las chicas buenas van al cielo,
pero allí no hay sitio para mi,
yo ya tengo mi suite en el infierno,
y si tu quieres te puedes venir.
Cerró la puerta por dentro,
me sonrió y me sirvió,
en vaso ancho y con hielos,
el cáliz de la absolución.
Mientras ella me besaba,
yo me tuve que rendir,
fue testigo la madrugada,
y la noche, la luna, Lola y yo,
no quisimos dormir.
Así es Lola.
Dueña y señora de Venta Dolores,
reina maldita de todos los hombres del
puerto,
bruja bonita que me hechizó vestida de
negro.
Así es Lola.
Dueña y señora de Venta Dolores,
musa cautiva en la espiral de mi
cuaderno,
poderosa afrodita que desvió el rumbo
del viento.
Lola me dijo:
Ya no importan tus pecados,
tú ya sabes lo que hay que hacer,
tirar la piedra y no esconder la mano,
hay que hacer lo que hay que hacer.