Creencia en la propia divinidad,
la fe de todos los necios.
Delirios de grandiosidad
a la venta a muy buen precio
y de regalo un poquito mas de ego
para tapar la mediocridad.
Aunque nosotros no estamos ciegos,
y si no lo vemos, no lo creemos.
No nos sirven las palabras
si no las contrastan los hechos.
Aprendiz de charlatán,
vendedor de humo,
hasta bebió en el Santo Grial
unas uñas de Bourbon.
El es el rey del mundo
y los demás idiotas profundos,
a los que hay que aguantar.
Pobre niño no tuvo abuela
él se lo tiene que decir todo,
las cosas buenas
y las superiores.
Aunque nosotros no estamos ciegos,
tus relatos no nos creemos,
no nos sirven tus galones,
ya conocemos el final del cuento.
No es necesario que te molestes
en escribir mas guiones.
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