Estuve siempre equivocado,
siempre había pensado
que el diablo vestía de rojo,
y que ha cambio de tu alma
tus deseos haría realidad
mientras a la luz de la luna baila.
Pero el diablo no es así de en verdad,
viste un elegante traje blanco
y te invita a consumir,
y te invita a confundir
energía con cansancio,
vivir con morir,
libre con encadenado.
Casi sin darte cuenta
ya esta dentro de ti
y la sangre revienta
para poder salir
por esa herida abierta
por la que poder huir.
Maldito exorcismo
y tu victima cruel,
amigo del narcisismo,
mira que grande te crees.
Mientras perdido en un abismo
no llega un rayo de sol
y tu ciego, no lo ves.
Sigue caminando contigo,
con su elegante traje blanco,
te inunda los sentidos,
tu sigues acelerado
tu sigues perdido.
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