lunes, 28 de septiembre de 2009

Sueño en verso

De pronto vi una puerta
que aparecio de la nada.
Me acerque a ver si estaba
por un casual abierta
y le pegue una patada.
La puerta retrocedio
con un sonoro temblor,
que delataba su miedo.
Yo la cruce como un señor,
yo la cruce como un caballero
salude a ambos lados
a aquellos que alli se hallaban
religiosamente congregados.
Al entrar note que todos callaban
y a mi paso se inclinaba
toda esa panda de tarados,
ejercito despojado de sus armas,
el triste club de los derrotados.
¿De que demonios hablaban?
¿Y por que cojones callan?
¿Donde coño estoy?
¿Y quien me ha invitado?
Debo ser uno de ellos
pero hay algo que no entiendo
¿Que hacen ante mi postrados?
Les tome por tarados,
que ridiculo
yo soy el anfitrion
rodeado de sus lacayos.
Pense, debo ser dios
y este mi ejercito de angeles soldado.
Pense, estoy muerto
y en dios me he reencarnado.
Estoy en un paraiso
que un dios ha abandonado,
pero me resulta extraño
no recibi ninguna carta de aviso
y muy bien tampoco me he portado
deberia estar en el infierno
se deben haber equivocado.
Ahora ya da igual
aqui estoy por que he llegado.
no conoci el de Eva y Adan
pero hay que reconocer
que este paraiso no esta nada mal
y nadie me va a expulsar.
Por cierto, las mujeres
¿donde estaran?.
Mi sequito de dulces virgenes
esperando impacientes el despertar sexual
¿donde estara?
nada por aqui
nada por alla.
Preguntare al soldado faquir,
que acostumbrado a que el acero
le atraviese la piel,
a hacer del dolor algo tan llevadero,
el debe saber
donde buscar primero
para encontrar a alguna mujer,
con lo que eso debe doler.
Solo hace falta que quiera ser sincero
y me quiera obdecer
si no en la tierra si en el cielo.
Le mire a los ojos y me acerque
el solamente se inclino
y señalo con el dedo
el camino que debia seguir.
Pero justo cuando me marchaba
su voz sono asi:
Tenga cuidado mi señor
con lo que desea buscar
las mujeres pueden llegar a doler mas
que cien clavos atravesando el pecho.
Me volvi y ya no estaba,
otro soldado que ha desertado
otro canto a la inteligencia.
Entonces me dispuse a empezar
el camino indicado,
saque fuerzas de mi flaqueza
reuni todo el aire que pude en mis pulmones
y cerre fuertemente los ojos
hasta que no entro ni un rayo de luz,
hasta que estuve preparado
para continuar mi camino.
Pero al separar los parpados
todo habia desaparecido,
me encontraba solo y desarropado.
No me di cuenta y me habia dormido,
una noche en un paraiso inventado
era lo que habia vivido,
triste realidad ahora
todo habia desaparecido.

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